Resulta que llegamos justo a tiempo, pues este Golf ha sido matriculado en Enero de 1996, por lo que en Enero de 2021 entra de lleno en el apasionante mundo de los clásicos, aunque ahora se empeñen en decir que son 30 los años necesarios para denominarse como tal. Pero como la mayoría de los aficionados y apasionados seguimos pensando 25, pues para nosotros este es un coche digno de guardar y conservar.  

Para ponernos un poco en situación, esta generación del Golf se puso a la venta en 1991, viniendo a sustituir a una ya consolidada como coche de calidad y referencia en muchos aspectos. Nos encontramos un Golf que supuso una gran evolución en el plano estético con respecto al modelo anterior, aunque con el paso de los años vemos más clara la continuidad en el ADN del modelo, siendo la zona más controvertida el frontal ya que supuso un gran cambio con respecto al modelo anterior. Otro rasgo importante que evolucionó y que por suerte a día de hoy se mantiene, es la apertura del maletero, que llega hasta la parte superior del parachoques permitiendo un mejor acceso al mismo. Así mismo la línea transmite más solidez que en el modelo anterior, y se plasman los nuevos genes de la marca que han perdurado muchos años.

La plataforma de este coche tenía muchísimo que ver con la del modelo anterior, y conserva su distancia entre ejes y ancho de vías pero con una línea más moderna las proporciones visuales son más  grandes. Para empezar esta plataforma se tuvo que actualizar para comenzar a cumplir las nuevas normas de seguridad que se estaban implantando, pues ya se estaba tomando este tema totalmente en serio y si en algo evolucionó el MkIII es en seguridad. A nivel interno este Golf ganaba en materiales insonorizantes y aislamiento externo, así como en calidad general percibida que ya de por sí era buena. Se presentaba con un salpicadero inspirado a rasgos generales en el del Passat B3 y B4, y aunque conservaba la ergonomía de la marca, suponía un adelanto con respecto a la anterior generación. Era en definitiva la ruptura de los años 80 y la entrada en los 90 por la puerta grande. Desde luego, la salida al mercado de esta generación sorprendió a muchos y fueron bastantes los que dijeron que tanta diferencia estética con respecto al modelo saliente supondría un fracaso comercial. La verdad es que con el paso de los años estas afirmaciones demostraron que esas personas estaban equivocadas pues es obvio que el Golf fue un superventas en esta generación (como siempre). En 1992 pasó a ofrecer los airbag frontales para quien lo deseara, en 1993 la posibilidad de equipar los archiconocidos y famosos motores TDi, y desde el inicio nuevos estándares de equipamiento para sus versiones más equipadas. Salió al mercado con una buna oferta de motores y arrancaba en los 60cv del 1.4, pasando a los 75cv del 1.6, para continuar en los 90cv del 1.8, los 115cv del 2.0, los 150cv del 2.0 16v, y terminar en el exclusivo VR6 de 174cv. Posteriormente salió una versión Syncro con el motor VR6 que alcanzaba los 190cv. Los diesel correspondían inicialmente a los 1.9 atmosféricos de 64cv y el turbo alimentado de 75cv. Más adelante llegó el TDI de 90cv y el deportivo de 110cv, que llegaba a hacer frente en “reprís” al modelo de 150cv de gasolina debido a su elevado par motor y forma de entregarlo.

Sobre esta base existió una versión descapotable y la primera carrocería familiar del Golf, que por cierto fue ganando aceptación conforme fueron pasando los años y las generaciones hasta la absurda moda SUV, aunque las ventas la mantienen en buena forma actualmente. Y por cierto, no lo he mencionado, porque lo doy por obvio, pero como es habitual se fabricaron en versión de 3 y 5 puertas. En definitiva, y sin entrar en detalles más profundos el Golf lll marcó el inicio de las generaciones venideras del Golf. Aunque unos años más tarde con la llegada de la cuarta generación también se produjo un gran avance en cuanto a seguridad, calidad de rodadura, equipamiento, presentación, tamaño, etc, ya que el Golf entraría “en los 2000”.

Pues con esta pequeña puesta en escena, nos encontramos con Antonio, actual “dueño” del coche una soleada tarde de Otoño. Y pongo dueño entre comillas, porque el coche en realidad pertenece a su padre. Pero por circunstancias que no vienen al caso, Antonio ahora se ha quedado sin coche de uso diario de la noche a la mañana y ha tenido que rescatar del garaje familiar este Golf GTI Edition de 115cv que apenas tenía ya uso y se pasaba los meses durmiendo en el garaje sin moverse. Así que nos montamos en el coche de “uso diario temporal” de nuestro amigo Antonio hasta que tenga de nuevo un coche para moverse.

Yo pienso que cuando queremos conservar un coche, darle uso a lo bruto todos los días como si no hubiera un mañana es la mejor forma de quedarse sin el cuanto antes; pero también pienso que un coche que se tira enormes temporadas parado en el garaje sin moverse tiene todas las papeletas para que al final se termine de echar a perder. Si, estará muy limpio y brillante, pero estará echado a perder mecánicamente en muchos aspectos al cabo de tiempo por la inactividad. Así que no está de más, mover los coches aunque sea una vez al mes para darles un paseo de unos 80 o 100km por carretera para que todo siga en activo.

Pues dicho esto, este Golf está en un estado de forma envidiable, pues aunque no está restaurado si no conservado, se mantiene en muy buen estado a sus 150.000km ya que siempre ha sido tratado con mimo y mantenido mecánicamente bien en las instalaciones correspondientes. Hace no mucho, pasó por Carichiˋs Garaje una excelente unidad de Seat Toledo 1M, en concreto un GLX 1.8 de 90cv. Pues salvando las diferencias estéticas, que son obvias, sentarse ahora en el Golf no resulta una extrañeza, pues la postura es la misma con la salvedad, que en este, al ser el acabado GTI lleva el asiento del conductor regulable en altura. Cosa que en Toledo se hacía en los acabados GT y GL Sport, aunque con el tiempo los GLX y hasta GL  “Class” podrían hacer previo pago.

Metemos la llave en el clausor y giramos hasta su posición de contacto. El cuadro se ilumina y todos los testigos lucen para apagarse a continuación. Giramos un poco más la llave cuando la bomba de gasolina ha terminado su labor, y el motor se pone en marcha con un sonido discreto, suave, y no transmite ninguna vibración exagerada al interior (cuando lo cogimos venía ya a temperatura de servicio). Metemos primera con una palanca que tiene el tacto VW de aquellos años: suave pero sin destacar por deportividad o precisión. Además los recorridos de palanca se me antojan un poco largos, incluso más que los del Toledo que probamos hace unos días, pero funciona perfectamente y es muy difícil errar un cambio.

El coche se mueve con suavidad, el sonido del motor es contenido y la entrega de potencia y par hacen que se gane en seguida velocidad sin necesidad de revolucionar mucho el motor ni pisarle en exceso. Los desarrollos son adecuados a su potencia y peso, y aunque comparados con los que nos encontramos en los coches actuales son más cortos, permiten llevar el coche por carretera desahogado, con reserva de aceleración y sin transmitir al interior ruido mecánico exagerado. La cuarta y la quinta son perfectamente utilizables desde bajas vueltas, y no es descabellado cruzar una rotonda “media” llegando a ella en cuarta a 40 km/h para atravesarla del tirón si no hay trafico y salir de ella en la misma marcha sin esfuerzo.

A velocidades más elevadas el coche conserva un buen aplomo y la suspensión absorbe perfectamente los baches, pues además la unidad probada lleva la de serie que no era excesivamente rígida. Si que es cierto que jugando a “zigzaguear” con el coche los movimientos verticales de extensión son acusados, pero al realizar el giro contrario el coche apoya de nuevo franco en el asfalto y se agarra perfectamente. Transmite confianza y en ningún momento percibimos que aquello se vaya a descontrolar fácilmente.

El tacto de los frenos es bueno, con un recorrido inicial muy dosificable para el tráfico diario que aumenta la presión exponencialmente en el ultimo tramo del pedal para las frenadas más fuertes y repentinas. No hemos jugado a calentarlos ni a hacer excesivo uso de ellos, pero por como funcionan creo que son buenos para todo uso, aunque como sus hermanos de gama y marcas acabarán por acusar el excesivo uso bajando puertos a ritmo fuerte.

Pasando de nuevo al interior, el diseño del cuadro es muy Golf: claro y sencillo de leer, y se diferencia totalmente de la generación anterior. El accionamiento de los mandos es muy agradable y supuso un salto adelante con respecto a los de la anterior generación, que eran más toscos, y se integran más en el diseño general del salpicadero. Los plásticos son duros y han resistido bien el paso del tiempo, no estando deformados ni agrietados, lo que demuestra una vez más la calidad germana del Golf. La radio, que en este caso es la original de la casa VW, encaja perfectamente con el diseño de aquellos años y sigue funcionando como el primer día. Estamos en la época anterior a las pantallas gigantes y los navegadores, y el salpicadero no desentona ni se ve antiguo con un aparato tamaño 1 DIN. De hecho este fue el último Golf antes de poder equipar ya GPS tamaño doble DIN como sucedió con el Golf IV. La tapicería no acusa signos de desgaste, ni los guarnecidos de las puertas o el techo, que sigue en su sitio sin dar síntomas de “descuelgue”, algo habitual en los coches con muchos años. En definitiva el coche ha envejecido muy bien y se nota el sobre precio que tenía en su momento. Tampoco los asientos han cedido al uso, y siguen siendo firmes y sujetando perfectamente la espalda, aunque con los años y los diseños actuales dejan la parte superior un poco al aire, sobre todo para los que somos altos, pero por comodidad no se les puede echar nada en cara.

En cuanto al consumo no es desorbitado, situándose éste entre los 7 y 8 litros a ritmos normales, y con la temperatura del lubricante sobre los 85/90 grados sin moverse mucho hacia arriba. Y es que el completo ordenador, entre todas sus funciones tiene al igual que la generación anterior un termómetro de aceite (esto se perdió en el Golf IV, pero por suerte se recuperó en siguientes generaciones). Me encantan los coches que tienen termómetro de aceite, pues aunque la mayoría de la gente no valore esta información, es de vital importancia para la vida del motor conocerla y nos permite adaptar nuestra conducción a las necesidades de temperatura del mismo.

Esta unidad probada corresponde a la carrocería de cuatro puertas, más destinada al uso familiar que la de tres, aunque las dos compartan la habitabilidad interior. Dado el repentino e inesperado nuevo uso que está teniendo esta unidad, en los asientos traseros se acomodan actualmente dos sillas infantiles que son usadas por las hijas de nuestro amigo Antonio, y en este aspecto el Golf cumple sin problemas. Evidentemente por la época no cuentan con anclajes Isofix, pero si con sus correspondientes cinturones de tres puntos de anclaje. La verdad, que teniendo en cuenta el tamaño exterior del coche la función familiar la cumple perfectamente, y aunque el maletero no permite cargar todo lo necesario para unas largas vacaciones, sí permite meter lo necesario para que cuatro miembros como es el caso puedan irse de fin de semana o de puente tranquilamente. Incluso hacer la mitad de la “compra grande” del mes en el supermercado.

Con el paso de los años este coche ha ganado solera. Demuestra que sigue funcionando perfectamente y que cumple incluso aún con la función de coche diario. No echamos de menos nada en equipamiento para el día a día, pues tiene dirección asistida, elevalunas eléctricos, cierre centralizado y aire acondicionado como lo esencial a día de hoy (y en realidad lo que realmente usamos siempre). Como he dicho antes los 115cv del 2.0 litros rinden muy bien y son caballos hechos para la comodidad pues permiten olvidarse bastante de la palanca de cambios, aunque cuando le pedimos diversión ahí están también. Lógicamente no tiene la estirada final de los modelos multiválvula, ni mucho menos la de los VR6, pero en prestaciones cumple y puede perfectamente llevar el apellido GTI, que con los años se ha convertido en la seña de identidad del modelo.

Después de dar un buen paseo al coche, llega el momento de volver para realizar la sesión de fotos antes de que termine de irse el sol. No puedo quejarme de nada, pues además cuando los coches ya empiezan a tener años encima, los entendemos de otra manera y los defectos que podían tener de nuevos se convierten ahora en peculiaridades del diseño de aquellos años. Ha sido un recorrido muy divertido y agradable, pues es un coche con el que puedes perfectamente realizar viajes largos sin ir constantemente preocupado de que falle algo, puedes mantener altos cruceros sin ningún problema, y además no te dejará “vendido” en situaciones comprometidas. El motor es un buen tragamillas y gracias a la buena climatización no tendremos problemas de agobios cuando la regulemos al gusto. El coche me ha dejado un buen sabor de boca, pues en mi opinión es un modelo digno de guardar y conservar. Yo no lo califico como un deportivo en toda regla ya que es un GTI de 115cv, por lo que no debemos esperar romper el cronómetro cada vez que lo saquemos ni las mismas sensaciones al conducirlo que un Grupo B. Pero su labor la cumple y como siempre sucede en el Golf, en la medida justa: es deportivo a la vez que cómodo, es familiar a la vez que divertido es ágil a la vez que no exagerado de reacciones… está en su punto idóneo para ser bueno en todo sin ser el mejor en nada. Y en definitiva, es lo que siempre caracterizó al Golf GTI desde el principio. Como he dicho lo veo el clásico ideal para darse un paseo el fin de semana, llevarlo a algún evento o hacerse una excursión con la familia por alguna zona montañosa y disfrutar tranquilo del paisaje. Creo que es un coche que merece ser guardado, aunque dado el apellido y genes del coche, ya hay bastante gente que lo hace.

Desde aquí agradecemos a Antonio su amabilidad y disponibilidad para la realización de este artículo, prestarnos su coche para la realización del mismo y dedicarnos una tarde entera.

Resumen del cuadro de características del Golf 2.0 8v.


Autor: Álvaro Gonzalo

2 respuestas a “VW Golf GTI Edition: ha llegado un nuevo clásico.”

  1. Avatar de LuisM
    LuisM

    Me encanta. Siempre he sido un enamorado del Golf GTI. De hecho ya estoy buscando un R32 para ampliar mi cileccion

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    1. Avatar de carichisgaraje

      Muchas gracias, nos encanta el R32. Cuando lo tengas nos gustaría que nos compartieras unas fotos.

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